domingo, 11 de abril de 2010

Ojos Cristalinos

   Mike tomó asiento en la pequeña mesita de un café, en un suburbio tranquilo. La tarde era apaciguante, se veían transitar vehículos a lo lejos, mientras algunas pocas personas se detenían a disfrutar una taza de esa cautivadora oscuridad. El viento a penas soplaba en su cabello, pero era suficiente para mecer las hojas de los árboles, que se tambaleaban, aun resistiéndose a caer. Miró hacia adelante, y la persona que le acompañaba le devolvió la mirada con una sonrisa, mientras entablaban una conversación liviana, llena de recuerdos y anécdotas divertidas. Pero ese segundo duro para siempre dentro de su cabeza. De alguna manera, esos ojos también sonreían. Sin embargo, eran puertas cerradas. Tras esa sonrisa que esbozaban se escondían recuerdos que tal vez nunca se oirían, memorias que esa mente que protegían quería olvidar, sentimientos que tal vez nunca nadie alcanzaría.
    Su mirada fue un tanto distante, pero porque era tan cómplice de si mismo que ocultaba un mundo de cosas en su interior... aunque su boca se moviera, había historias que no salían. Y aunque sabía que nunca sería capaz de llegar a ver a través de esos ojos cristalinos, había un corazón golpeando tras la puerta que suponían sus propios ojos... diciendo que deseaba ser visto, pero no, hoy no hay puerta que se abra...
    Golpeas y golpeas - monologueó. Pero sabes que si intentas salir te vas a quebrar, ¿Qué mas has de hacer?, no tienes un como, no tienes un cuando... existes para un momento que no es hoy, y para un día que no es ahora, despiertas, pero lo que sientas y lo que sepas, nunca va a brillar... el sol ya se escondió, y esta vez no hay un próximo amanecer en esta historia...
    Mike dio un sorbo a su café, disimulando su discusión. La chica le devolvió la mirada mientras le contaba una historia, la cual intento disfrutar. Al paso del tiempo, era hora de despedirse. Le miró una ultima vez como diciendo, hay tanto que diría, pero que no puedo. Aun así, esbozó una sonrisa, aunque por dentro estaba despidiendo mas que solo una mera reunión, sino también una parte si mismo. Le correspondieron la despedida.
    Mi sonrisa es mi mente. Mis ojos, dos puertas que encerraran por siempre ese sentimiento imperdonable...aun así, tus ojos aun cerrados, también sonreían... nunca lo sabré, pero me pregunto que es lo que tus cristalinos ojos escondían...solo espero que siempre estén por siempre entrecerrados, y no veas que te llevaste un pedazo de mi que quiso ser visto...

1 comentario:

Shizuma.Hanazono dijo...

;////;
Te quedó bellisimo, me encanta cómo escribes...
Adoro como usas las palabras, eres asombroso >//<

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