martes, 18 de mayo de 2010

Velas de Atardecer, Crónica de un Corazón Acústico

   Charlotte estaba sentada en una banca en el parque. Una lágrima recorría disimuladamente su rostro. Ella aun podía oír el eco de aquella discusión. Miraba el suelo, mientras acariciaba su cabello, intentando apaciguar su tristeza. Sopló una fuerte brisa, y comenzaron a llover hojas doradas, las cuales brillaban cuales velas prendidas por el blanquecino sol de otoño. El suelo estaba húmedo, y comenzaba a helar. La chica intentó mover sus manos para frotar sus brazos. Pero no pudo. De pronto sintió como dos palmas tibias sujetaban sus manos, el frío ya no tendría lugar ahí.
   James tomó asiento a su lado, mientras cubría a quien venia a buscar con un abrigo. Hay veces que la vida nos toma por sorpresa, pero así como la luz del día muere, siempre hay un nuevo amanecer, y así como hay luces que nos acompañan solo de día, hay luces que nos acompañan día y noche – Dijo James, mirando el horizonte – Puedo ser solo una vela pequeña, pero déjame brillar para ti día y noche – añadió, susurrándole al oído. Charlotte no respondió, simplemente dejó caer su cabeza en el hombro del chico, y se aferró a él.
   Pasaron varios minutos, antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, hasta que Charlote le dirigió una mirada dulce. – Gracias por estar aquí, por iluminar mis noches – Dijo, mientras James le dirigió una mirada reconfortante y se acercaba lentamente a su rostro mientras tomaba sus mejillas con ambas manos. En ese momento Charlote dejó de hablar. Se limitó a ruborizarse. – Esto es lo que yo quiero – Dijo James – no lo cambiaría, así que tranquila, no tienes nada que agradecer. Ahora  quiero que cierres los ojos, estarás bien – Añadió, y esperó hasta que la chica cerrara sus ojos, entonces se acerco lentamente y besó sus labios. Charlote se mantuvo un tiempo más aferrada al chico, con los ojos cerrados, descansando…recuperando la luz que había perdido.
   El sol se iba y comenzaba a hacer frío. – Vamos no dejaré que te quedes aquí, así sea que ambos debamos pasar la fría noche fuera del hogar – Le dijo a Charlotte mirándola a los ojos – Toma mi mano, vamos por algo para comer y beber. Comenzaron a caminar a lo largo de las pobladas calles céntricas, mientras el sol tomaba un tono dorado a medida que se acercaba la puesta de sol. Hallaron un pequeño salón de té, bastante acogedor, de madera clara barnizada. Charlotte se reflejó en la vitrina y vislumbró su falda con una blusa blanca y cubierta por la chaqueta de James, que le quedaba bastante grande.
   James abrió la puerta del local, mientras que Charlotte se quitaba la chaqueta para entrar. Se sentaron en una mesa para dos, que se encontraba en un rinconcito del lugar. Comieron un pastel mientras bebían té, y conversaron apaciblemente. En ese momento, un chico de aspecto sombrío se acerco a la mesa. – Hola, tu debes ser Charlotte – dijo el misterioso joven – he traído dos mensajes para ti. No puedo decirte de quien es cada uno, pero interprétalos, y podrás ver luz día y noche – continuó. El primero es: “disculpa, no quise que discutiéramos” y el segundo es: “ten calma, deja que tu melodía fluya”. James sonrió. – El primero es simple, y creo que es bueno, al parecer el problema ha acabado – a lo que Charlotte asintió – sin embargo, no puedo entender lo segundo. – Lo segundo es más simple, un corazón toca una melodía, una melodía acústica, es pura, sin distorsión, un corazón acústico, es el que siente y fluye con sentimientos puros – Dijo Charlotte, alegre por lo que había oído – muchas gracias por los mensajes – agradeció mientras volteaba  para agradecer al chico, sin embargo, ya no había nadie ahí.
   James decidió llevar a Charlotte a casa, ya que todo parecía estar más tranquilo. A pocas casas de llegar, se detuvo y le dijo: Charlotte, dime, ¿Qué melodía toca tu corazón para mí? – Una melodía que no quiero que deje de sonar – replicó – una melodía de amor. Se abrazaron, el sol terminó de esconderse, pero la luz no se apagó en toda la noche.


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Lo sé. Es una historia especial y particular, sobre todo para mi estilo de escribir. =) pero esta vez tiene un motivo. jeje :) es un regalo muy especial para mika-neechan y su novio Joss que estan de aniversario n__n y ps... no se, son muy especiales, creo que son de las pocas personas que me hacen creer que estas cosas aun pasan en este mundo.  en fin... creo que no puedo dar muchas palabras, espero que todos disfruten leyendo de esta historia que encierra cosas muy profundas :).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una historia hermosa a la cual todas las mujeres estarian dispuestas a tener. Es algo que sale del corazón. No dejes de escribir historia asi. Ya que los escritos que haces son bonitos y te dejan una hueya marcada en el corazón.
chau

Linkin Boss dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

una buena historia, muchas veces hay que escuchar esa melodía que suena en nuestro corazones saludos

Anónimo dijo...

*.* maravillosa historia :D

Anónimo dijo...

es verdad lo que dijo el comentario 1.... varias mujeres estariamos dispuestas a ser Charlotte ...

y... cuando iban a beber y comer algo... me dio la impresion que seria un chocolate caliente... no se..xD ajoaojaja me acorde de eso... Chocolate caliente... =)

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