Tercera taza, el final del dolor del corazón
Llegué a la estación con bastante ánimo. Rápidamente Salí y tome el primer bus hacia el Big Ben. Frente a él hay un pequeño café, donde encontraría a alguien, Alice. Sinceramente no hace mucho que nos confrontábamos, pero era parte del papeleo propio de los trámites que estaba llevando a cabo en mi vida, y para ser franco, la idea de beber un cappuccino me entusiasmaba bastante. Hace tiempo que no tomo esa mezcla de café.
Las calles estaban húmedas cuando llegué, no hace mucho que llovió levemente, así que el aire era refrescante, y la luz no era una gran molestia puesto que las amenazantes nubes en el cielo estaban oscuras y preparando lo que parecía una tormenta. Alice lucia igual que siempre, con su típico buen humor a simple vista, vistiendo falda y botas, ambas de colores relativamente llamativos, como es su costumbre. Con un ademán hizo que me acercara a la mesa donde estaba esperando, mientras comía una copa de helado, aun en ese frío y húmedo día. Al sentarme, solicite al mesero un cappuccino amargo. Ella en tanto, me miro con un dejo de seriedad. Incluso si la veía como una hermana, no iba a hacer una conversación agradable. Aunque siendo franco, todo comenzó dulce como la crema, con toques de canela. Después de todo, cada conversación que toma tiempo entablar vale la pena. Luego están los aromáticos toques de un buen café.
No puedo culpar a nada de los problemas de los cuales hablamos, después de todo ya no participo mucho en su vida, así que era natural ignorarlos gran parte del tiempo, aunque ya ni siquiera había conocimiento de si manteníamos la amistad, como solía ser. Tomo tiempo entender que las cosas no habían sido de lo mejor, pero la ira es el mejor refugio de la debilidad, y en efecto, hace no mucho estaba iracundo. Me di cuenta que realmente no era algo tan importante, era adaptarse al ritmo de la amistad, o bien, dejar que las cosas fuesen lo que tengan que ser. Alice me miró con enojo, pero al menos entendió mi punto. Suficiente charlataneo, yo acabo de jugar mi parte en lo que puede seguir siendo o no una amistad. Esta amistad. Juega tu parte también, al menos eso dije para mis adentros. Yo ahora he de partir, ya que debo dejar todo el pasado que solía ser un problema. Con respecto a tu respuesta, es suficiente decir que creo que serás sincera, no mentiras. Pero la respuesta será para otro día - resolví. Y tomando mi último sorbo de la taza tome mis cosas para despedirme y partí. Una taza de café no siempre es suficiente para acabar las tensiones que el tiempo alimentado, pero los débiles son llevados por las mareas de su oscuridad, y los fuertes se lo beben. Eso es lo que seguiré haciendo hasta la última taza, la que aun está reservada.
No puedo culpar a nada de los problemas de los cuales hablamos, después de todo ya no participo mucho en su vida, así que era natural ignorarlos gran parte del tiempo, aunque ya ni siquiera había conocimiento de si manteníamos la amistad, como solía ser. Tomo tiempo entender que las cosas no habían sido de lo mejor, pero la ira es el mejor refugio de la debilidad, y en efecto, hace no mucho estaba iracundo. Me di cuenta que realmente no era algo tan importante, era adaptarse al ritmo de la amistad, o bien, dejar que las cosas fuesen lo que tengan que ser. Alice me miró con enojo, pero al menos entendió mi punto. Suficiente charlataneo, yo acabo de jugar mi parte en lo que puede seguir siendo o no una amistad. Esta amistad. Juega tu parte también, al menos eso dije para mis adentros. Yo ahora he de partir, ya que debo dejar todo el pasado que solía ser un problema. Con respecto a tu respuesta, es suficiente decir que creo que serás sincera, no mentiras. Pero la respuesta será para otro día - resolví. Y tomando mi último sorbo de la taza tome mis cosas para despedirme y partí. Una taza de café no siempre es suficiente para acabar las tensiones que el tiempo alimentado, pero los débiles son llevados por las mareas de su oscuridad, y los fuertes se lo beben. Eso es lo que seguiré haciendo hasta la última taza, la que aun está reservada.
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