Miro a lo lejos… trato de divisar alguna señal en la oscuridad de la noche. Sin embargo, es difícil aquí en la autopista… no hay luces, no hay vida, no hay árboles… solo un estrecho camino a lo largo de las vastas llanuras que se extienden a lo largo de incontables kilómetros. Observe mi valija, la cual a penas si podía llevar. Pesaba bastante, pero llevaba un cargamento importante. No podía dejarla aquí… tampoco podía rendirme aquí… recordé días pasados… amistades forjadas, sueños cumplidos, y promesas rotas. Aún así había un largo camino por recorrer. Pasan las horas, aun es noche y solo la luna me acompaña. Le pido consejo… le pido amparo… pero me dice que continué… que llegaré a mi meta. Y así lo haré… seguiré caminando… con mi valija pesada… porque esa valija lleva un regalo, y espero poder entregarlo, cuando pueda ver el horizonte… cuando te encuentre en ese amanecer rojizo…Dicen que los forasteros suelen perderse en estos desiertos…pero se que siempre tendré como mantenerme de pie… mientras estés ahí con esa sonrisa… esa que mueve a mis pies.
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