Un día una amiga dijo: “tu corazón bondadoso vale mucho, algún
día te traerá muchas recompensas”. Supongo que le creí. Al día siguiente fui a
visitar a un tasador, y le pregunté cuanto valía mi corazón. Éste me miró incrédulo
y me preguntó “¿para qué quieres saber eso?”. Yo le repliqué, si se cuánto vale
puedo tratar de subastarlo, si eventualmente valdrá algo, quiero saber cuánto
vale ahora. Así recibo lo que vale pronto, ya que un peso vale más hoy que
mañana.
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Se que correspondía publicar el primer cuento como premio de los ganadores del concurso realizado hace poco. Pero en vista y considerando de que tenia listo este cuento y que la verdad, no he encontrado la inspiración necesaria para hacer dichos, algo para revivir un poco el blog. Saludo a todos los lectores, en especial a quienes me llevaron a escribir este cuento,algunos para bien, otros para mal.
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