Eclipse de Sol

   El viento sopló fuerte y los prados se sacudieron. Estaba corriendo… la luz de otro día se me estaba escapando, sujeté mi pecho con una mano… este ardía como la luz rojo carmesí que venía de los últimos rayos del sol, que aún no eran tragados por la implacable luna. Una cicatriz, que a la luz del sol era visible y que quemaba como el frío de la noche.

   Me adentré en el bosque. Estaba oscuro… y la luz era completamente inexistente. Pero de pronto, tropecé… era un conejo, tan blanco, que podía distinguirlo aun en la oscuridad del universo. Corrió, y decidí seguirlo. Trastabillé muchas veces con raíces, ramas y cosas que mis cansados pies no alcanzaban a comprender, pero mi mirada no se despejaba del raudo y veloz animal que era mi única guía en este oscuro sendero. De pronto, apareció un claro. Y el conejo se detuvo allí… y en un abrir y cerrar de ojos, desapareció.

   Descansé tirado en el suelo, mirando el extenso espacio negro que me cubrió, sólo mirando la aureola del sol tras la luna que lo opacaba… aunque no iluminaba era innegable que aun así se podía distinguir que estaba allí. Aún en el lugar más oscuro… seguía brillando. Y así caí en otro profundo sueño.

   Tuve un despertar intranquilo bajo la implacable luna llena que iluminaba pálidamente el claro de bosque. No encontré rastros de la frenética persecución, y claro está, no había rastros por encontrar, si tan sólo fue como una brisa, imposible de alcanzar, tan sólo fue como una mentira, imposible de ser verdad. Comencé a caminar, encontrar la salida al bosque estaba solamente estaba en mis manos, recogí una larga vara de madera del suelo, y en ella recargue mi peso… aunque se me iba el aliento, no sé si por maldecir al conejo, o al viajero que le persiguió ciegamente, tratando de pensar que ese no era yo.

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Así es como termina otra de las historias que había dejado inconclusas por un buen tiempo; con tantas pruebas me fue imposible completar muchos escritos que están dando vueltas a medias por ahí. No me gusta dejar inconclusos mis trabajos; siempre luchar hasta las ultimas consecuencias es parte de mi. De todas formas dejo saludos para todos quienes visitan mi blog; y esta vez, creo que no hay dedicatorias, dado el tipo de texto, pero espero que os guste y también encuentren salida a sus propios bosques.