martes, 4 de mayo de 2010

Noche en el Parque

   El sol se ha ido, y las estrellas comienzan a decorar el techo de la existencia. Hojas ya marchitas y doradas decoraban aun los suelos, mientras los primeros brotes y florees decoraban la velada, iluminada por la luna llena y los débiles faroles que imitaban a ésta.
   Pobremente poblado, el parque sigue con vida, solitarios pintores tratan de capturar la escena que veían, tratando de imitar a las flores, creando esplendor. Desperdigadas por las bancas también se encontraban parejas, disfrutando de la tranquilidad, imitando a los brotes, tratando de crecer, llenando los vacíos. En pasos lentos, los errantes transeúntes, imitando a las hojas marchitas, caminando con el viento, buscando no perderse. Grupos de amigos en el césped, cubriéndolo cuales estrellas en el  cielo, todos juntos brillando, y buscando hacer brillar a alguien más.
   Un parque crea un mundo, un paisaje que crea lazos, un espectador que no es parte de la escena, pero vive y vibra con ella, hasta que alcance a las estrellas, o hasta que brote y crezca.

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